vendredi 6 décembre 2013

Tifón en Filipinas: ¿Cómo preservar el derecho a la salud de la gente cuando ocurre una catástrofe?


Cuando tiene lugar una catástrofe como un terremoto o un tsunami afectando y empobreciendo a mucha gente, muy pronto se establecen campañas para ayudarla. Artistas crean canciones para dar los beneficios a las poblaciones, organizaciones humanitarias o gobiernos nos piden hacer donaciones y durante unos días los telediarios empiezan su edición por relatar las últimas cifras de personas muertas, heridas o que se quedan sin techo. Pero, ¿para qué sirve? ¿Qué yo ayuda a financiar? Y ¿cuáles son las primeras cosas que el sector humanitario hace?

Les voy a hablar del trabajo de “terreno” de organizaciones en tales ocasiones y explicarles que hacen con el dinero que les enviamos. Además, el tema del tifón es de actualidad y como mi blog se interesa por el derecho a la salud, voy a intentar hacer hincapié sobre las medidas que se toman para garantizar el derecho a la salud a pesar de la catástrofe.

El último 8 de noviembre, un tifón devastó las Filipinas. Los vientos cuya velocidad superó los 300 km/h mataron a más de 5000 personas, hirieron a 18 000 personas y causaron la desaparición de unos otros 1100. Muchas organizaciones e instancias intervinieron para ayudar a la población: el gobierno filipino, la OMS, la ONU, la ACNUR*(Agencia de la ONU para los Refugiados), la UNICEF, la cruz roja internacional así como otros varios organismos locales,… son numerosos pero es porque han decidido agruparse para formar parte de lo que llaman una respuesta inter-agencial ante el tifón.

*Podemos preguntarnos porque la ACNUR ha intervenido en Filipinas, Antonio Guterres, el Alto Comisionado de la ONU responde: “Aunque el trabajo de ACNUR generalmente se centra en situaciones relacionadas con conflictos, la naturaleza excepcional de esta trágica situación requiere de todos los esfuerzos posibles para lograr ayudar a las personas que lo necesitan, y vamos a aportar nuestra contribución en la respuesta común para asistir a los afectados”.

¿Qué hay que hacer inmediatamente?

1) Enviar material sanitario y recursos vitales

La OMS está colaborando con el gobierno filipino para que se reparta equitativa y rápidamente el material en los lugares donde los centros sanitarios son más afectados. Es una tarea muy compleja porque hay que trabajar 24 horas al día para gestionar el material de socorro enviados por unas 30 organizaciones humanitarias internacionales especializadas en la salud. La OMS ha concentrado su trabajo sobre el envío de suministros médicos y la instalación de hospitales de campaña. Esos han sido establecidos donde los hospitales locales hayan sido destruidos. Son completamente autosuficientes porque traen consigo su propia comida, agua, electricidad, suministros médicos y personal. Otro aspecto que no hay que negar es que la cantidad de agua potable y condiciones salubres se ven afectadas y disminuidas -lo que resulta en 3000 casos de diarrea aguda. Por esa razón, la OMS trabaja con otras organizaciones para que se suministre de manera urgente pastillas para potabilizar el agua.

La ACNUR ha enviado materiales de asistencia humanitaria de emergencia. Se trata de paquetes de protección y materiales higiénicos compuestos por mantas, mosquiteras, jabonas o ropa interior. La ACNUR también ha distribuido 50.000 linternas solares para intentar disminuir el riesgo de violencia durante la noche y reforzar la protección de familias que se quedan sin hogares.
 

2) Curar a la gente: necesidades urgentes y habituales

En tales situaciones, las necesidades sanitarias son tremendas. En primer lugar, hay que curar las heridas físicas así como los traumatismos de la población. Pero no solo, de hecho hay que ocuparse de las necesidades “habituales” como las personas que sufren la diabetes o incluso los partos. Por ejemplo, se estima que durante el mes de noviembre hayan nacido más o menos 12 000 niños en las zonas afectadas. En secundo lugar, las organizaciones y los gobiernos deben ser muy vigilantes a que no se propaguen enfermedades infecciosas susceptibles de empeorar los problemas sanitarios.

3) Prevención y campaña de vacunación


Hay que organizar campañas de vacunación en masa. En el reciente caso del tifón Yolanda en Filipinas, se trata principalmente de vacunar a los niños menores de 5 años (más o menos 30 000) contra el sarampión y la poliomielitis así como darles suplementos de vitamina A para aumentar su inmunidad contra las infecciones. Además otra mayor preocupación de tales campañas de masa es garantizar que no se rompa la cadena del frío durante el transporte de las vacunas con riesgo de agravar aún más la situación Durante esas campañas, el personal sanitario también aprovecha del encuentro con los niños para medir su perímetro braquial, es decir el grosor de su antebrazo, de manera a determinar si son desnutridos o no. Si es el caso, les dan un tratamiento.


En conclusión, su dinero sirve para financiar todo eso es decir el envío de material, campañas de vacunación, fabricación y distribución de pastillas para potabilizar agua, … Las organizaciones oficiales, como la OMS, tienen que centralizar el dinero, el material y la comida y después asegurarse que su repartición sea equitativa. Por ejemplo, en el caso de Haití en 2010 se ha estimado que la distribución de la ayuda no había sido muy justa y que varias zonas muy afectadas no habían sido ayudadas como se esperaba. Una de la explicación es que la ayuda había llegado en masa y de manera muy rápida por lo que las personas en Haití no lograron gestionarla de manera eficaz.


Fuentes:






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